1 Doomsday: The Fallen Angel´s War Jue Dic 27, 2012 10:43 am
Mukuro~
Moderador Global
Hola a todos hoy he decidido comenzar con un nuevo fan-fic que tratara el tema del apocalipsis con una historia basada en la mitología cristiana sobre el fin del mundo. Espero que os guste y que disfruteis leyendola. Sin mas dilación comencemos
Capitulo 1- El portador de Luz
"¡Cómo has caído del cielo, Lucero, hijo de la Aurora! Has sido abatido a la tierra dominador de naciones! Tú decías en tu corazón: "escalaré los cielos; elevaré mi trono por encima de las estrellas de Dios; me sentaré en el monte de la divina asamblea, en el confín del septentrión escalaré las cimas de las nubes, seré semejante al Altísimo" (Is 14. 12-14)
Desde el principio de los tiempos, junto a Dios, Padre y Rey Creador del universo, habitaban aquellas pequeñas criaturas. Algunos les llamaban ángeles, otros simplemente entidades espirituales. Pero de entre todo ellos, situados junto al trono de su señor, se encontraban los más poderosos y bellos, los llamados querubines. Los querubines, eran ángeles de 4 alas que poseían ojos, en dos de ellas, las cuales usaban para taparse sus verdaderos ojos y que estos no quedaran cegados con la fulgurante luz de Dios. Los querubines, eran los guardianes de la luz y las estrellas y junto a dios, se encargaban de mantener el cosmos, el orden del universo.
De entre estos ángeles, sin duda destacaba uno de ellos sobre el resto. Su nombre era Lucifer, aunque algunos le conocían como Lucero, Luzbel o incluso, por la etimología de su nombre, el portador de luz. Lucifer era el predilecto de Dios. Era su primera creación, el ángel mas bello y mas poderoso, un ser cuyo poder, llegaba a compararse con el de su padre. Pero sin embargo, al contrario que su creador, Lucifer podía caer presa de uno de los mayores pecados, la soberbia.
Luzbel creyó, que Dios no era tan poderoso como podría parecer y llego a pensar que en realidad, el podía vencerlo y podía ser superior a la deidad. Fue entonces, cuando decidió atacar: vencería a su padre y se haría con el trono de los cielos, el mundo seria suyo, pues él era el portador de la luz. Sin embargo, sabia que no podría hacerlo solo: los demás ángeles se opondrían y por fuerte que fuese, no podría hacer nada contra tantos enemigos en solitario. Por lo tanto, en secreto, se gano la confianza de numerosos entes angelicales, golpeó sus puntos débiles induciéndolos en el pecado, y se hizo con el control de sus pensamientos, haciendo que apoyasen su causa.
Lucero, había obtenido un gran ejercito de ángeles que apoyaban su causa pero aun así, necesitaba alguien bien capacitado que pudiera comandar su legión. Por ese motivo, buscó a uno de los arcángeles, los ángeles guerreros, protectores del reino de los cielos y, entre ellos, selecciono al que desde el principio de los tiempos había sido su mejor amigo, Miguel.
- Miguel, de entre los arcángeles, tu sin duda eres el de mayor poder. De ellos eres el comandante, y del resto de los ángeles ordinarios, eres el príncipe. Pido por favor tu ayuda en mi cometido.
- Ya sabéis Lucifer, que tengo por costumbre que nada de mi se os sea negado, pues sois mi mejor compañero y sin duda el de mayor rango entre todos nosotros. Habla y serás atendido.
- Fiel amigo, en la actualidad, busco la defensa de la que considero una causa justa. Durante años, todos nosotros hemos vivido supeditados al poder del Altisimo, aquel que es nuestro padre y señor, pero sin embargo, ¿es realmente el tan poderoso como creemos que es? Creo que en esta tierra, hay alguien mayor que Dios.
- ¿! Que pretendes decir Lucero ¡? ¿Quien más que Dios?
- Por supuesto, este ser soy yo mismo. Vos sabéis querido Miguel, el alcance de mi poder y se que en vuestro interior, dudáis y creéis que mis palabras no son del todo inciertas.
- Claro que lo son Lucifer, nadie es más que el Señor, cesa en tus empeños por ser superior, elimina la soberbia de tu cuerpo anteriormente inmaculado, y quizá nuestro padre te perdone por pensar siquiera, en levantar la mano ante él.
- ¿Quereis decir pues, mi querido Miguel, qué no me ayudareis en mi cometido?
- Obviamente no, así que cesa en tu empeño.
- Te arrepentirás por tu falta de ayuda Miguel, cuando llegue el momento, deberás arrepentirte.
Fue entonces, cuando Lucifer, salio volando de su encuentro con el arcángel Miguel. Sin embargo, cegado de soberbia e ira contra su amigo, Luzbel no se percato de la presencia de un arcángel mas que había escuchado la conversación de ambos ángeles. Raguel, era el arcángel designado por Dios para observar y vigilar la conducta de los demás entes angelicales. Era el llamado amigo de Dios, pues era en él, en quien el Señor depositaba su mas alta confianza. Raguel, había notado extrañas conductas en Lucero, pero no había sido capaz, de captar nada que lo marcase como un violador de la norma de Dios. Pero ahora, había oído todo, tenía una prueba que incriminaba a el querubín en el mayor de los delitos que un ángel podía cometer, el creerse superior a su padre.
Raguel, encargado de mantener el cielo libre de impurezas, avisó a Dios de lo acontecido y propuso a este, que eliminara a Luzbel y a todos sus súbditos, pues seria la solución mas justa y eficaz contra el motín, que el portador de luz tramaba. Sin embargo, la divinidad, estaba demasiado aturdida. Había sido traicionada por su mejor creación, por aquel que creería que sería obediente por siempre. La ira, comenzaba a invadir sus pensamientos, y el deseo de venganza empezaba a nublar su cabeza. Sin embargo, no podía dejarse llevar por los malos pensamientos, el era Dios, es eternamente inmaculado, pero también, el siempre misericordioso. Quería perdonar a Luzbel, pero tal como decía Raguel, no podía hacerlo, el delito, era demasiado grave. Por ello, eligió otra solución.
Hizo llamar el Señor a todos los ángeles que poblaban el cielo y a todos ellos, les anuncio que uno de ellos, se había hecho con seguidores para atentar contra él. Muchos, se asombraron, a otros, les sobrecogió el miedo, algunos se quedaron impresionados ante la deducción y el descubrimiento que el dios haba hecho y Lucifer, se mostró impávido. Dios entonces, agarró a Luzbel y despojándole de sus alas protectoras, le hizo contemplar la luz que emitía, cegándolo por completo. Entonces, abrió Dios las profundidades de la Tierra, y arrojo allí al ahora ángel caído, y junto a él, a todos los que habían sucumbido a sus tentaciones y habían aceptado revelarse en contra de Dios. Tras eso, cerró el Señor las profundidades de la Tierra y mandó a los ángeles el mantener vigilados a los cautivos y el jamas acercarse a ellos.
Raguel, pensaba que Dios debió haber sido más duro, que llegaría un momento en que la deidad se arrepentiría por no haber hecho caso de su consejo. Miguel, se sentía apenado, había perdido a su mayor amigo, y sabía que ahora, este era el mayor de sus enemigos. Luzbel, sin embargo, desde las profundidades de lo que más tarde denominaron Infierno, clamaba venganza contra su padre.
Continuara...
Tras el capitulo, os dejo con algunas curiosidades que pueden llamaros la atención:
Capitulo 1- El portador de Luz
"¡Cómo has caído del cielo, Lucero, hijo de la Aurora! Has sido abatido a la tierra dominador de naciones! Tú decías en tu corazón: "escalaré los cielos; elevaré mi trono por encima de las estrellas de Dios; me sentaré en el monte de la divina asamblea, en el confín del septentrión escalaré las cimas de las nubes, seré semejante al Altísimo" (Is 14. 12-14)
Desde el principio de los tiempos, junto a Dios, Padre y Rey Creador del universo, habitaban aquellas pequeñas criaturas. Algunos les llamaban ángeles, otros simplemente entidades espirituales. Pero de entre todo ellos, situados junto al trono de su señor, se encontraban los más poderosos y bellos, los llamados querubines. Los querubines, eran ángeles de 4 alas que poseían ojos, en dos de ellas, las cuales usaban para taparse sus verdaderos ojos y que estos no quedaran cegados con la fulgurante luz de Dios. Los querubines, eran los guardianes de la luz y las estrellas y junto a dios, se encargaban de mantener el cosmos, el orden del universo.
De entre estos ángeles, sin duda destacaba uno de ellos sobre el resto. Su nombre era Lucifer, aunque algunos le conocían como Lucero, Luzbel o incluso, por la etimología de su nombre, el portador de luz. Lucifer era el predilecto de Dios. Era su primera creación, el ángel mas bello y mas poderoso, un ser cuyo poder, llegaba a compararse con el de su padre. Pero sin embargo, al contrario que su creador, Lucifer podía caer presa de uno de los mayores pecados, la soberbia.
Luzbel creyó, que Dios no era tan poderoso como podría parecer y llego a pensar que en realidad, el podía vencerlo y podía ser superior a la deidad. Fue entonces, cuando decidió atacar: vencería a su padre y se haría con el trono de los cielos, el mundo seria suyo, pues él era el portador de la luz. Sin embargo, sabia que no podría hacerlo solo: los demás ángeles se opondrían y por fuerte que fuese, no podría hacer nada contra tantos enemigos en solitario. Por lo tanto, en secreto, se gano la confianza de numerosos entes angelicales, golpeó sus puntos débiles induciéndolos en el pecado, y se hizo con el control de sus pensamientos, haciendo que apoyasen su causa.
Lucero, había obtenido un gran ejercito de ángeles que apoyaban su causa pero aun así, necesitaba alguien bien capacitado que pudiera comandar su legión. Por ese motivo, buscó a uno de los arcángeles, los ángeles guerreros, protectores del reino de los cielos y, entre ellos, selecciono al que desde el principio de los tiempos había sido su mejor amigo, Miguel.
- Miguel, de entre los arcángeles, tu sin duda eres el de mayor poder. De ellos eres el comandante, y del resto de los ángeles ordinarios, eres el príncipe. Pido por favor tu ayuda en mi cometido.
- Ya sabéis Lucifer, que tengo por costumbre que nada de mi se os sea negado, pues sois mi mejor compañero y sin duda el de mayor rango entre todos nosotros. Habla y serás atendido.
- Fiel amigo, en la actualidad, busco la defensa de la que considero una causa justa. Durante años, todos nosotros hemos vivido supeditados al poder del Altisimo, aquel que es nuestro padre y señor, pero sin embargo, ¿es realmente el tan poderoso como creemos que es? Creo que en esta tierra, hay alguien mayor que Dios.
- ¿! Que pretendes decir Lucero ¡? ¿Quien más que Dios?
- Por supuesto, este ser soy yo mismo. Vos sabéis querido Miguel, el alcance de mi poder y se que en vuestro interior, dudáis y creéis que mis palabras no son del todo inciertas.
- Claro que lo son Lucifer, nadie es más que el Señor, cesa en tus empeños por ser superior, elimina la soberbia de tu cuerpo anteriormente inmaculado, y quizá nuestro padre te perdone por pensar siquiera, en levantar la mano ante él.
- ¿Quereis decir pues, mi querido Miguel, qué no me ayudareis en mi cometido?
- Obviamente no, así que cesa en tu empeño.
- Te arrepentirás por tu falta de ayuda Miguel, cuando llegue el momento, deberás arrepentirte.
Fue entonces, cuando Lucifer, salio volando de su encuentro con el arcángel Miguel. Sin embargo, cegado de soberbia e ira contra su amigo, Luzbel no se percato de la presencia de un arcángel mas que había escuchado la conversación de ambos ángeles. Raguel, era el arcángel designado por Dios para observar y vigilar la conducta de los demás entes angelicales. Era el llamado amigo de Dios, pues era en él, en quien el Señor depositaba su mas alta confianza. Raguel, había notado extrañas conductas en Lucero, pero no había sido capaz, de captar nada que lo marcase como un violador de la norma de Dios. Pero ahora, había oído todo, tenía una prueba que incriminaba a el querubín en el mayor de los delitos que un ángel podía cometer, el creerse superior a su padre.
Raguel, encargado de mantener el cielo libre de impurezas, avisó a Dios de lo acontecido y propuso a este, que eliminara a Luzbel y a todos sus súbditos, pues seria la solución mas justa y eficaz contra el motín, que el portador de luz tramaba. Sin embargo, la divinidad, estaba demasiado aturdida. Había sido traicionada por su mejor creación, por aquel que creería que sería obediente por siempre. La ira, comenzaba a invadir sus pensamientos, y el deseo de venganza empezaba a nublar su cabeza. Sin embargo, no podía dejarse llevar por los malos pensamientos, el era Dios, es eternamente inmaculado, pero también, el siempre misericordioso. Quería perdonar a Luzbel, pero tal como decía Raguel, no podía hacerlo, el delito, era demasiado grave. Por ello, eligió otra solución.
Hizo llamar el Señor a todos los ángeles que poblaban el cielo y a todos ellos, les anuncio que uno de ellos, se había hecho con seguidores para atentar contra él. Muchos, se asombraron, a otros, les sobrecogió el miedo, algunos se quedaron impresionados ante la deducción y el descubrimiento que el dios haba hecho y Lucifer, se mostró impávido. Dios entonces, agarró a Luzbel y despojándole de sus alas protectoras, le hizo contemplar la luz que emitía, cegándolo por completo. Entonces, abrió Dios las profundidades de la Tierra, y arrojo allí al ahora ángel caído, y junto a él, a todos los que habían sucumbido a sus tentaciones y habían aceptado revelarse en contra de Dios. Tras eso, cerró el Señor las profundidades de la Tierra y mandó a los ángeles el mantener vigilados a los cautivos y el jamas acercarse a ellos.
Raguel, pensaba que Dios debió haber sido más duro, que llegaría un momento en que la deidad se arrepentiría por no haber hecho caso de su consejo. Miguel, se sentía apenado, había perdido a su mayor amigo, y sabía que ahora, este era el mayor de sus enemigos. Luzbel, sin embargo, desde las profundidades de lo que más tarde denominaron Infierno, clamaba venganza contra su padre.
Continuara...
Tras el capitulo, os dejo con algunas curiosidades que pueden llamaros la atención:
- Spoiler:
- - El titulo de este capitulo, hace referencia al significado del nombre Lucifer, es decir: El portador de Luz.
- La frase pronunciada por Miguel: ``¿ Quién más que Dios?´´ es a su vez, el significado de su propio nombre.
- La soberbia, el pecado que invade a Luzbel, es ademas de uno de los siete pecados capitales, el pecado propio y que es representado por este angel caido.
- Cuando nombro a Raguel como el amigo de Dios, aludo al significado del propio nombre, que significa tanto amigo de Dios como deseo de Dios