Mi nombre es Anabel Lizet, nací el 20 de febrero de 1995 en Bogotá, desde pequeña me enseñaron que una mujer dependía de un hombre o al menos lo creía cuando veía a mi madre, mi madre era de una piel blanca angelical su cabello era mono y liso, y tenía unos ojos claros que con verlos ya sentías que todo estaba bien, siempre parecía feliz y no ponía problema por nada, siempre estaba en casa, obedeciendo a mi padre, mi padre la mayoría de veces era cariñoso, era un hombre de tez morena, con unos ojos negros, cada vez que los veía sentía un vacío en mi interior, tenía el pelo negro, era de un genio cambiante, cuando mama desobedecía a papa, era brutalmente golpeada , yo tenía una hermana pequeña a la que siempre tenía que esconder o poner en algún sitio de la casa donde no se escucharan los gritos y los golpes de mi madre. Tenía cinco años cuando mi madre murió, mi padre les dijo a mis tíos y familiares que ella se había caído de las escaleras, pero yo sabía la verdad, ella había muerto por una de las golpizas de mi padre, yo lo vi todo, mi padre le rompió la cabeza con el molinillo de la cocina, al darse cuenta de lo que había pasado la levanto del suelo llorando, la mantuvo alzada un rato llorando pidiéndole perdón, luego de eso miro para todos lados, como buscándonos, yo salí de la cocina y me dirigí a la habitación donde estaba mi hermana, sentí mucha rabia para mi corta edad, tenía tanto odio contra mi padre que decidí no volverle a hablar.

Cuando estuve en el primer año de colegio era una de las chicas más bonitas del salón, aunque no anduve con nadie durante los dos primeros años mucho chicos querían andar conmigo, pero algo dentro de mí me decía que no, así que no estuve con nadie, cuando llegue a 5º grado tuve mi primer novio, me acompaña a la casa y nos dábamos besos, pero parecía más un juego al principio, luego el afecto por él fue creciendo, hasta que sentí algo que creí amor, fui una tonta al creer eso, le había hecho un carta en forma de corazón diciéndole todos mis sentimientos y que quería estar con él para siempre, al descanso lo busque y lo busque, cuando en el patio del colegio lo encontré besándose con otra chica, algo dentro de mí se rompió, no estaba segura si era mi corazón o mi mente, en todo caso me acerque a él, le reclame lo que estaba haciendo, y el solo me dijo que no era nada que debía pelear, que no era como si fuéramos a pasar toda la vida juntos, después lo único que recuerdo era a dos profesores agarrándome, lo vi a él tirado en el piso con la cara ensangrentada, me detuve a mirar, y por un momento sentí algo de felicidad. Llamaron a mi padre, le dijeron que por ser la primera vez no iba a sufrir un castigo severo, pero que tendría que hacer unas planas diciendo “NO DEBO GOLPEAR A MIS COMPAÑEROS”, en casa mi padre me pregunto por qué había hecho eso, no le conteste, ya hacía 6 años que no le hablaba, se mostraba cansado y agotado, era la primera vez que esos ojos negros me transmitían algo más; era tristeza, aun así no le dije nada y me fui a mi cuarto.

Me cambiaron de colegio después del incidente, papa prefirió evitar que ocurriera otro asunto. En bachillerato me concentre en mis estudios, conocí el anime gracias a una amiga, era interesante las emociones que transmitían unos dibujitos, aun así no descuide mis estudios por mas encantador que fuese, siempre me gustaron las series sangrientas, sentía felicidad al ver esas escenas, al principio pensé que no era algo bueno, pero al ver lo feliz que me ponía deje de preocuparme, decidí no contarle a nadie esta alegría, ya que podría sonar raro, aun así la adoraba. En 8º grado decidí dar otra oportunidad a este corazón, dure más tiempo del que creí, unos seis meses, pero el engaño fue más feo que el anterior, fuimos a una fiesta, en la fiesta dieron cerveza y aguardiente, en un momento de la fiesta, lo busque, cuando lo encontré afuera de la casa, besándose con un chico, el me miro y dijo, “no es lo que piensas”, sentí como la ira se apoderaba de mí, pero no quería que pasara lo mismo de la vez anterior, solo me fui, camine y camine hasta llegar a mi casa, mi padre no estaba, no me importo mucho en ese instante, fui al cuarto de mi hermana, la única a la que le he puesto cuidado en mi vida, fui a mi cuarto y me dormí sin empijamarme. Al día siguiente mi hermana me despertó, me dijo que mi papa no estaba, pensaba decirle que no se preocupara, pero sabía que eso solo la alteraría más, así busque mi celular y lo llame, no contesto al principio, luego una voz femenina salió del teléfono, pregunte por mi padre, hubo varios minutos de silencio, luego la mujer me dijo que él había sido víctima de un atraco y fue apuñalado y estaba herido de gravedad, me quede sin habla, sentí un revuelto de emociones, alegría, tristeza, todo se juntó, la mujer me pregunto mi edad y si quería ir que un adulto debía llevarme, al principio pensé en dejarlo y no volverlo a ver, pero al ver la cara de mi hermana, triste y preocupada, decidir ir, le dije que en unos momentos iría.
Le pedí el favor a una vecina de que nos llevara al hospital, mi hermana no dejaba de llorar y cada vez me ponía más triste, trate de decirle cosas que la calmaran, cosas que ni yo me creía, solo me importaba que no estuviera triste, por eso fuimos, no me importaba para nada ese hombre, solo quería que se pudriera.
Llegamos al hospital, en la entrada la vecina pidió el número de la habitación, por ser solo un conocido casi no la dejan entrar, cuando mi hermana pidió a llantos que la dejaran verlo, la enfermera nos miró triste y nos dio el número, corrimos al cuarto, cuando llegamos mi hermana se abalanzo encima de él, la vecina se quedó en la puerta y yo también, nunca lo había visto en un estado tan deplorable, cuando cayó en cuenta de que yo también estaba ahí, sonrió, mi cuerpo se invadió de una tristeza que cuando me di cuenta estaba al lado de mi padre llorando, pidiéndole que no se muriera, fueron las únicas palabras que le dirigí en mucho tiempo. Al día siguiente nos dijeron que había muerto.

Bueno mi primera historia publicada hasta ahora se va a ir arreglando con el tiempo aun no esta completa ojala les guste